jueves, junio 25, 2009

Caos


Cuando la mano extendida se vuelve puño contra el tablero. Cuando llega el final, pero nosotros seguimos deambulando como fantasmas sobre el tablero. Cuando el seísmo mueve tus cimientos, cuando agita absolutamente todo lo que crees, la lluvia arrasa más allá de lo que tiene sentido, el huracán azota detrás y delante de nuestro grito. Cuando no sabemos que gritar, conscientes de que con las pesadillas es inútil negociar. Cuando la soga alrededor de nuestro cuello está sujeta por la ira. Cuando la ira es la mirada de una familia que ha perdido su hogar, su vida... Apago la televisión, me relamo las lágrimas y me rasco, en silencio, como un mono enfermo en busca de un interruptor en mi propio cuerpo.

- El escondite de Ivan

Denisse*