lunes, marzo 12, 2012

Desierto

Trato de dormir y la arena envuelve mi cuerpo,
persigo mis sueños en este lugar desierto
donde nadie viene a mi encuentro.
En soledad mis pensamientos se nublan
y todo se vuelve negro,
negro como el humo que sale desde las casas a lo lejos.
Y el polvo se vuelve carne y la carne polvo,
mi cuerpo se desvanece,
mi mente,
mi alma.
En soledad te llamo con los pensamientos y no estas,
sigo tu voz a distancia,
desde la otra habitación,
tu y tus sueños
yo y mis anhelos.

En soledad trato de dormir y no puedo.

Odile

1 comentario:

marianoasecas dijo...

Mal parece que entre dos nos hicimos humo, un uno que corre y se va.
Pero se va por puerta trasera y sin avisar, gritando en silencio presionado por su soledad. Y si su alma es mi alma, su gozo mi gozo, su llanto es también el mío.

Entre tanto tiempo para dormir nos despreocupamos de soñar. En prural anti-piramidal pero sobre todo des un mundo sedcutor por conquistar. Embriagados por la admiración, no hay resaca de remordimientos, rencores y humos.
Los sueños... aquello por qué luchar, en causa común y con más amores que temores. En la habitación de al lado, y en la casa de ambos. Come quell giorno in il parco; come la mia dona, il tuo regazzo.

E ti amo, ma non ti guardo.